sábado, 31 de octubre de 2009

Sobre "La vida inútil de Pito Pérez"

Tiene mucho sabor de México, narra las peripecias de un personaje llamado por todos Pito, Pito Pérez. Un hombre con una filosofía de la vida maravillosa...simple y al mismo tiempo grandiosa. El libro recopila usos y costumbres de los pueblos cercanos al Estado de Michoacán, México. El autor narra en primera persona la manera en que conoce a dicho personaje y cuenta las cosas que Pito le contaba mientras se sentaban en el campanario de la iglesia del pueblo. Pito, un hombre simple, el loco del pueblo que sin duda se ganará el cariño del lector.
La frases que mas me gustaron:
- ...y más locos que yo los que no ríen, ni lloran, ni beben porque son esclavos de inútiles respetos sociales. Prefiero a mi familia de chiflados y no a ése rebaño de hipócritas que me ven como animal raro porque no duermo en su majada, ni balo al unísono de los otros.



- ...llora cuanto quieras, que el amor se deshace con lágrimas...



-¡Pobres de los pobres! Yo les aconsejo que respeten siempre la ley, y que la cumplan, pero que se orinen en sus representantes.



-¡Pobrecito del Diablo, qué lástima le tengo, porque no he oído jamás una palabra de compasión o de cariño! ¡Los hombres son realmente aburridos, insoportables. Cuando se dirigen a Dios, lo hacen con fórmulas escritas para cada caso: Ayúdanos, Señor, danos el pan de cada día; ¡Ten misericordia de nosotros!... Para librarse del dolor recurren a Dios, como al dentista; pero para la disipación, buscan vergonzosamente al diablo y se anegan en todas las delicias del pecado, sin que Satanás oiga alguna vez un ¡gracias, diablo mío! por el contrario, aún tiene que escuchar cómo los hombres, después del goce prohibido dan gracias a Dios por el placer que obtuvieron. Yo no sé que Fausto agradeciera al diablo su juventud, el amor y el dinero que recibió de sus manos. El diablo habita en círculos de sombra luchando contra el odio y la envidia, ajeno a toda caricia, a todo sentimiento de ternura. El diablo no conoció calor de madre; Jesús nació de una virgen toda pureza, toda amor. El diablo pudiera odiar el mal y amar el bien, pero no es dueño de su albedrío; él fue condenado a amar el odio y a odiar el amor, y jamás romperá su destino. Jesucristo murió una sola vez, con todos los dolores humanos; el diablo padecerá, por los siglos de los siglos, sus suplicios y los que Dante le inventó. ¡Pobrecito del diablo, qué lástima le tengo...!



-...Pito Pérez parecía un hito de carne entre el cielo y la tierra. Tal fue su destino: pequeño punto de referencia entre lo humano y lo inhumano. ¡Lo humano!: facultad de amar, tristeza de odiar, consuelo de llorar. ¡ Lo inhumano!: Impotencia de amar, goce de odiar, envidia ruin por no saber llorar.

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