jueves, 15 de octubre de 2009

Sobre el día de muertos

Escrito el 2/11/2008

¡Queremos "Jalogüin"! ¡Queremos "Jalogüin"!
Hoy ví a montones de parvulitos que paseaban en "manada" por las calles y mercados pidiendo a los locatarios y clientes del lugar su "calaverita", el día de ayer eran menos los que pedían su "jalogüin". El sincretismo de la tradición mexicana con la "del otro lado" ya se deja sentir y cada año es más común ver a pequeños draculitas, momias, brujas o diablitos con calavera en mano pidiendo su respectivo dulce o moneda. Recordé que en mis años infantiles, la calaverita se pedía con un bote de leche "Lala", de esos de cartón al que se le recortaban los ojos y la boca y se le ponía una vela dentro, no se acostumbraba disfrazarse, no era un requisito, lo importante era la creatividad para hacer tu "calavera". Si se tenía suerte, se podía contar con una calabaza o un chilacayote a falta de ésta y ahí el trabajo se complicaba porque se tenía que "escarbar" toda la pulpa y después hacerle sus ojos , nariz y boca para que al prender la vela se viera muy "tenebroso". !Ay que tiempos¡



Me place ver a los niños disfrazados, pero no me gustaría que éso desplazara la tradición de la ofrenda con sus calaveras de azúcar y el olor a copal y a cempaxochitl. Bueno, aunque eso de los disfraces no es nuevo acá, tan sólo hay que ver que en la fiesta del Xantolo (fiesta de día de muertos en la huasteca) existe una danza que se llama "El baile de los disfrazados" en donde los participantes bailan una danza ceremonial disfrazados de casi todo, pero menos de dráculas, brujas o momias.

Casi nadie conoce el origen de pedir la calavera, pero lo asocian con la noche de Hallowen sin que tenga nada que ver. Nuestra tradicional "calavera", según las crónicas del Virreinato, surge a partir de el día de descanso que daban los señores a sus criados indígenas el día de muertos. Los indígenas siempre respetaron la festividad del día de muertos y no iban a trabajar para ir a los cementerios a poner el altar a sus difuntos, poco a poco los "patrones" respetaron ese día y los más generosos les daban unas monedas para "su calavera"; es decir, su difunto, así podían llevarle flores o poner su ofrenda. Por eso es: "¿Me da pa´mi calavera?".

Pero bueno, es divertido ver la imaginación de los niños para disfrazarse y la alegría con la que van pidiendo su calavera con una calabaza de plático en la mano corriendo de aquí para allá. También observé que van de la mano de su mamá, papá o ambos, no sé si por el gusto de compartir la noche de "calaverita" o por la inseguridad que vivimos actualmente, de cualquier manera hacen de esta noche una noche familiar y especial para la bola de "espectritos". Bien por ellos!!

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