jueves, 15 de octubre de 2009

Oh!!! El amor

Oh! El amor! No hace mucho, conversando con una amiga, me saltaron muchas preguntas que requieren de una respuesta que antes no necesitaba yo. Antes de ésta conversación, supe de una separación que se dió entre una pareja aparentemente estable y que gritaban a los cuatro vientos ser la pareja ideal, después de casi 20 años de unión, se separan en medio de una crisis que afecta no sólo a la pareja en cuestión, sino a sus tres hijos.


Mis preguntas no son sobre los motivos que llevan a la separación de individuos que han compartido su vida mutuamente y que han dicho amarse, no, mi curiosidad me distrajo a ¿cuáles son los motivos que nos llevan a compartir nuestra vida con alguien? Porque yo estoy totalmente convencida que el verdadero amor viene después…no puedes amar algo que no conoces. La respuesta no la tengo afortunadamente, y digo afortunadamente, porque aún quiero que la vida me sorprenda.

Hace dos semanas falleció mi abuelo, le sobrevivió un año y casi dos semanas a mi abuela, su compañera por más de 60 años, ella murió el 10 de Mayo de 2008. El tiempo que vivió sólo fue muy doloroso, no hallaba consuelo a su soledad, anduvo como errante, de casa en casa tratando de encontrar en el hogar de sus hijos la paz que necesitaba, al fin regresó al hogar conyugal donde tal vez los recuerdos que brincaban por todos los rincones terminaron por mermar su salud y espíritu, ya no luchó más y murió. Tenía 84 años, más o menos. Me imagino que en “sus tiempos”, mis abuelos se casaron por los motivos por los que se casaban las personas en esas épocas, no se unían, o al menos la mayoría, no se unían en medio de un estado pasajero como las parejas modernas (enamoramiento), las cosas eran diferentes.

Yo misma he experimentado ese estado en diferentes ocasiones, con diferentes personas y de diferentes formas, cuando decidí que era momento de compartir más que fluidos y tiempo que me sobraba, lo hice no experimentando el estado peligroso que nubla toda razón y juicio. Tener hijos, unirte al responsable de la otra mitad genética de tus críos (no es necesario vivir juntos ¡es la otra mitad del ente del que eres responsable hasta la muerte!), compartir tu vida y tiempo para beneficio de los críos es una decisión muy importante que involucra la estabilidad y tranquilidad de tu vida para siempre, no son decisiones que debas tomar en medio de un enamoramiento ¡ese estado pasará! El estado de amor es algo muy diferente a una relación de amor, va más allá, por eso no me explico como dos personas que compartieron lecho, tiempo y mesa terminen agrediéndose y lastimándose cuando la relación debe terminar. ¿Por qué están iracundos? ¿Por qué están molestos? ¿Por qué agreden al otro? Nadie los engañó, el enamoramiento los cegó y no vieron lo que tenían que ver. ¡¡¡Estaban peor que drogados!!!

Bueno, mis abuelos vivieron juntos mucho tiempo, peleaban como es normal, bromeaban y platicaban, pasaron por muchos problemas fuertes y al final seguían juntos, la última vez que ví al abuelo fue dos días antes de que falleciera, lo sentía incompleto, como mutilado, como que algo le hacía falta a la imagen, tal vez mi abuela sentada a la orilla de su cama o en la cocina preparándole algo de comer…no sé.

Ahora que escuché a mi amiga reflexioné que no nos preparan para formar una familia si es que así lo decidimos, porque habrá personas que no le entren a eso de preparar seres humanos útiles a la sociedad, es un trabajo difícil y de mucha responsabilidad. Los cuentos, las novelas rosas, los relatos idealistas del amor o de la manera en cómo debe ser el amor, distorsionan la realidad haciéndonos vulnerables al fracaso, pocos somos capaces de recoger los pedazos y reconstruirnos, tenemos miedo a intentarlo de nuevo, es más…tenemos miedo de intentarlo. El amor, dicen los que saben, se construye todos los días.Yo siempre quise tener una pareja que al morir ella, yo me muriera un poco, y que al morir yo, no me muriera del todo. Estamos hechos de recuerdos, los recuerdos más íntimos e importantes que se comparten y se comentan son los que forman parte de la historia común entre dos o más individuos más atrás del momento de la unión ( para lograr lo anterior, quedamos en una situación muy vulnerable ante el otro, quizá eso sea lo que dificulte las relaciones: el juego del poder). Quiero conocerlo a través de sus recuerdos y que él me conozca a través de los míos para cuando llegue la muerte saber que realmente pude amar y ser amada por alguien a quien conocí completamente, al fin y al cabo, la muerte es como la piedra de Sísifo, ames o no ames, te amen o no te amen la muerte te espera irremediablemente y la vida sigue para todos los demás, estés o ya no estés.



Por cierto, pronto serán vacaciones, algunos ya se preparan para “reactivar” el turismo mexicano y otros, simplemente esperan para descansar viendo la caja idiota y extraviarse un poco, olvidarse de los problemas, “reiniciar su sistema”…vaya! “resetearse”, aquí levanto mi dedo índice…¡Yo quiero!

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